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“La experiencia con Eva ha sido totalmente gratificante. Con ejercicios bien interesantes, con un buen debate de ideas y continuas asociaciones, con grupos de gente interesantes que ella sabe estimular y agrandar. Porque no todo es escribir, sino reflexionar, situarte en otros puntos de vista, intercambiar ideas… En fin, diversión y aprendizaje unidos con su buena carcajada”.

Cuando me apunté al Taller de Escritura hace dos años, solo buscaba la forma de aprender a contar historias, a describir miradas… No sabía muy bien cómo hacerlo ni por dónde empezar.
De forma amena, Eva nos ha proporcionado un montón de herramientas. Me ha enseñado a mirar, a escuchar, a descubrir cosas que antes me pasaban desapercibidas. Incluso a poner palabras donde había silencio.
Y lo mejor de todo: he conocido a gente extraordinaria, que ya forma parte de mi vida y también de las historias que quiero contar.

Conocí a Eva Torres en 2018, han pasado siete años y sigo asistiendo a sus clases porque, además de que promueve un proceso de enseñanza – aprendizaje fluido y pleno—, la admiro. Te plantea retos intelectuales y emocionales a los que resulta enriquecedor enfrentarse. Siempre aprendes algo positivo. Como profesional no podría ponerle una nota cuantificable y como persona menos, ya que un 10 a su lado es insignificante.

Aunque mi trabajo me da de comer, la escritura llena mi vida. Tras una crisis personal busqué una afición que pudiera completar mis horas y, dado que siempre he sido lector, busqué algún taller de escritura creativa a ver qué tal. Casualmente encontré en el periódico la noticia de una librería que reabría renovada y en la que se impartían cursos de esa modalidad. Me facilitaron el contacto de Eva Torres y me apunté a Iniciación. Más personas compartían esa inquietud y disfrutamos de las clases. Tanto que algunos repetimos en Avanzado. Y más tarde en Novela.
Unos años de disfrute inmenso a nivel individual, pero sobre todo compartido. Tanto que para mí ha forjado una auténtica vocación que constituye mi ikigai. He publicado dos novelas cortas y estoy con la siguiente. Animo a todos a probar. Es toda una experiencia.

Acudí a las clases de Escritura Creativa de Eva movido por la inquietud de encontrar las palabras adecuadas a la expresión de mis pensamientos.
Nunca había asistido a clases de escritura y pensé que esto me podría ayudar.
Me sorprendió desde el primer momento la habilidad de Eva a la hora de dinamizar las necesidades del propio grupo, dando espacio a todas nuestras opiniones y aportando interesantes puntos de vista sobre nuestros escritos.
Todo ello generaba en mi un especial entusiasmo para ponerme manos a la obra y abordar las propuestas que nos hacía semanalmente.
Al escribir mis relatos, además de haber explorado las diferentes técnicas de escritura, con ella he aprendido a valorar la economía del uso de las palabras, como un factor potenciador, que alumbra la esencia de lo que quiero expresar.
Sus clases tienen un enfoque creativo, además de un eco divertido, pues las risas espontáneas resuenan como en una maravillosa cueva que evocara el misterio lúdico de compartir.

Con Eva Torres he aprendido mucho. Es una persona y profesora excelente con una forma muy peculiar de enseñar. Todo lo hace fácil y divertido. Llevo enganchada a sus clases más de cuatro años y no tengo ninguna intención de abandonar el taller.
Para mí sus clases han supuesto, y siguen haciéndolo, una manera de aprender no solo a escribir sino también a interpretar los textos, sacar jugo a las lecturas, mejorar con los comentarios de tus compañeros, siempre bien dirigidos por ella.
Recomiendo su taller sin lugar a dudas.
Para mí ha sido una suerte conocerla.

Yo era un poeta lunático y Eva me enseñó (y me sigue enseñando) a contar lunáticas historias. Con ella escribí mis primeros cuentos. Gracias a ella he adquirido un hábito de escritura y he aprendido a pensar los argumentos antes de escribir. Le agradezco además que me haya recomendado a autores que no conocía y que han llegado a apasionarme.

Un antes y un después.
Así defino yo mi paso por los talleres de escritura creativa —y con alma— de Eva Torres.
La calidad de sus apuntes, la audacia de las propuestas para desatar nuestra creatividad, el fomentado análisis de la escritura propia y ajena, la construcción de los personajes, la fuerza de las imágenes, los escarceos con los géneros, la textura de los diferentes ritmos, la gestión emocional de los grupos…
Nada escapa a su buen hacer y a sus sabios comentarios.
Con ella afinas la vista y el lápiz para escribir y para valorar un texto bien trabajado.
Algunos de mis compañeros han publicado novelas.
Personalmente, nunca he vuelto a leer ni a escribir de la misma manera.

Las clases de Eva enderezaron los renglones irregulares de mi escritura. Pero hay muchas maneras de hacerlo y ella eligió la de la cercanía, el cariño, el humor inteligente… Aquellas tardes de aprendizaje se cuentan entre las más gratificantes experiencias de mi vida.

Trabajadora social, palabrista de la pista y globo de helio sin cordón.
Participar de los Talleres de Escritura creativa que imparte Eva abrió una ventanita, que llevaba muchos años entornada, para descubrir la creadora que hay en mí. Cada sesión me nutrió y germinó en mí una necesidad de poner palabras juntas y ver qué pasaba. Eso es Eva, una sembradora. Te da semillas y sólo espera que las disfrutes mientras te acompaña a quitar las malas hierbas de tu creación, sin juzgar, con mucho criterio, conocimiento y cariño.
Con Eva, no sólo fantaseas con escribir, lo haces. Sus propuestas son siempre muy gustosas y es muy generosa con TODO lo que sabe.
Feliz de que nuestros caminos se cruzaran. No te la pierdas.

LA MANZANA DE EVA
Yo tenía una afición, ella lo ha convertido en una pasión.
Así que tú verás. Si lo que quieres es distraerte, rellenar unas horas con esto de las palabras, ni se te ocurra apuntarte.
Porque si vienes a sus clases, saldrás con una adicción.
Yo ahora voy a dar un paseo y, en lugar de mirar el horizonte sin más, estoy pensando en la frase esa que no acaba de gustarme de mi relato, o inventando metáforas y sinécdoques como si me fuera la vida en ello.
No, no es una afición ir cada semana a las clases de Eva. Es una necesidad. Es trastocarte, bucear en los libros con otra mirada, descubrir de nuevo las palabras, su música, su belleza. Es aprender a volar con nuevas alas.
Yo escribo desde joven, sobre todo poesía, y quería apuntarme a unas clases para aprender de una vez a transitar entre la hipérbole y la sinalefa.
Vi anunciados los cursos de Eva en Pynchon y pensé: “bueno, a ver qué me cuenta”.
La llamé, hablamos y tuve “el pálpito” de que me iban a gustar sus clases. Fui un día a probar… y me enganchó, y ya no sé vivir sin mis clases de los lunes, sin escribir microrrelatos como si no hubiera un mañana, sin beber cada palabra que Eva o mis compañeros de clase sueltan por su boca.
Y así, como si nada, esta pelirroja me ha enseñado y me ha abierto un mundo que desconocía y que me fascina cada día más.
Así que no vayáis a sus clases, porque no saldréis indemnes.

He participado en tres tipos de actividades con Eva: un año y medio de clases semanales de escritura autobiográfica, un taller intensivo de fin de semana centrado en la escritura terapéutica, y un año de talleres mensuales como preparación para un parto creativo o literario.
Cada una de estas experiencias ha sido transformadora. He aprendido muchísimo, he conocido a personas maravillosas y, sobre todo, ha cambiado mi vida. Me siento más creativa, más conectada conmigo misma y más feliz en mi día a día. Escribir es profundamente terapéutico, y con Eva todo fluye gracias a su amor, su mirada abierta y su creatividad inagotable.
Estoy deseando saber qué tiene preparado para el próximo año. ¡Me apunto sin pensarlo!

«Participar en el taller de creativa de Eva este año y el pasado con escritura autobiográfica, ha supuesto encontrar un espacio de esos de los que no quieres salir ni que se acaben, de esos que deseabas que aparecieran alguna vez en la vida, de los que te hacen creer en la magia. Me ha aportado la motivación que necesitaba para escribir y pasármelo bien haciéndolo, sin miedo a los juicios de fuera ni a los míos propios. Aprendes recursos, referencias literarias, se trabaja la creatividad, la risa y se disfruta muchísimo con sus clases y propuestas. Además, sentirse parte de un grupo de personas con las que es tan fácil expresarse, ser, compartir y aprender, es una sensación sumamente gratificante y reparadora. Sin duda, una de mis experiencias más hermosas y que más me ha aportado en estos dos últimos años. Lo recomendaría a cualquier persona que busque descubrirse y compartirse desde la escritura.»

Asistí a talleres de escritura narrativa con Eva Torres durante tres cursos completos. En ellos tuve la oportunidad de conocer y aplicar herramientas que me permitieron explorar diversas e interesantes fórmulas narrativas. No sé si fui un buen alumno, pero transitar por los cursos de Eva me convenció de que podría llegar a publicar algo propio. Quiero decir que, si no escribía bien, ella me hizo creer lo contrario, porque también de sicóloga tiene mucho. Y desde entonces, tengo dos publicaciones de microrrelatos: Mañana me corto la otra pierna (2022) y Juebreverías (2025), con aceptables resultados de crítica y difusión.
Aún hoy, sigo aplicando los consejos de Eva, quien me recomendaba salir de mi zona de confort. En mi mesa de escribir, antes de ponerme a ello, me mortifico durante dos minutos con el cilicio que tengo a mano, y a continuación me siento en una silla de faquir. Creo que ahora las letras me salen más sentidas.

Eva, te conocí, gracias a mis aficiones literarias, en un taller de escritura.
Por supuesto que aprendí mucho de ti. Sin embargo, lo que más recuerdo es tu mirada limpia y tu sonrisa acogedora, con las que supiste crear un clima tan agradable entre tú y nosotros, que ir a clase era casi como ir a una fiesta. Un beso grande. Carmen.

Haber participado en el taller de escritura creativa me ha aportado técnicas para seguir con la ilusión de escribir, pero sin duda el taller de escritura terapéutica resultó una oportunidad única para descubrirme, para atrever a mirarme sin juicios. Gracias a Eva el duro camino de enfrentarme a mí misma fue un placer. Fue una suerte tener de guía a una gran profesional y gran persona.
Estoy segura de que compartiremos algún curso más.

Eva es incisiva, pero nunca injusta. Sus clases no sólo ayudan a desarrollar el hobbie de la escritura, también mejoran la expresión cotidiana y profesional. Te enseña a cambiar la mirada tanto hacia a los textos como hacia las páginas en blanco. Nunca te aburres con ella. Y todo esto con la sencillez y claridad del buen maestro.

Comencé el curso de escritura creativa en octubre de 2024 sin ninguna experiencia previa en estas lides literarias. Ha sido mi primer taller y el objetivo principal era el de un acercamiento a mí mismo en relación a mis capacidades como escritor. Pensé que, al ser un taller, aprendería técnica como punto central, pero no. Eva ha conseguido, no sólo fomentar mi creatividad, sino que yo mismo me sienta capaz de crear, que me lo crea de verdad. De una expectativa ha conseguido una realidad: ya estoy escribiendo mi primera novela. Gracias Eva.

¡Hola! Participar en el taller de escritura terapéutica de Eva Torres para mí ha sido una experiencia muy emotiva y muy enriquecedora. Me ha encantado el enfoque de la escritura y, sobre todo, el del reconocimiento en “el otro”. Del taller, que para mí ha tenido gran trascendencia, me llevo muchas cosas bonitas y buenas. Sobre todo, el darme cuenta de la importancia de “mirarnos” en las relaciones personales como en un espejo, para vernos y seguir creciendo en el camino del auto conocimiento.
Eva es una maravillosa facilitadora, con una gran creatividad e inteligencia para ayudar a enfocarte, con diferentes recursos creativos, en lo que realmente importa (despojando los “enredos” o autoengaños habituales), para “tirar del hilo” y llegar a la esencia.
Lo recomiendo totalmente a quien esté interesado y dispuesto a hacer un viaje… hacia el amor a uno mismo.
¡¡Gracias de nuevo, Eva!!

En otoño del 2019 encontré por casualidad un anuncio de un taller de escritura autobiográfica. Decidí ir a una clase de prueba. Eva era la profesora. El flechazo fue inmediato. Desde entonces, todos los inviernos, un día a la semana paso las dos horas más instructivas, motivadoras, divertidas, jugosas, educativas, interesantes, esclarecedoras y mejores que se pueden pasar.
Y pienso seguir hasta que Eva se harte de verme…
Os recomiendo probarlo, pero cuidado, como veis, crea adicción.

He participado en dos cursos con Eva, «Iniciación a la escritura creativa» y «Parto literario y creativo». En cada uno de ellos he estado aproximadamente nueve meses asistiendo regularmente a todas las sesiones propuestas, y en casa haciendo las tareas que surgen de cada una de ellas. No puedo decir otra cosa más que han sido dos experiencias únicas, reveladoras y transformadoras en mi vida. Eva es una pedazo de persona y profesional, con una cantidad de recursos increíbles. Cada sesión viene cargada de propuestas, dinámicas y recomendaciones que no te dejan indiferente. Te invita siempre a entrar en contacto con tu creatividad, potenciarla y añadirla en tu día a día. Participar en sus cursos siempre me ha ayudado a conocerme mucho más a fondo y de una manera nada dramática. Navegas entre emociones, creencias, pensamientos, deseos… ¡Me encanta! Quiero decir que no soy una experta escritora ni una gran lectora, por si esto anima a otras personas como yo a que prueben: os vais a sorprender de todo lo que tenemos en nuestro interior y de cómo Eva es capaz de acompañarte a descubrirlo…

Querida Eva:
Guardo un recuerdo muy especial de mi asistencia a tu taller de escritura creativa.
Quizás lo más importante fue obligarme a escribir cada semana con relación al tema propuesto. También supuso una cura de humildad. No fue fácil aceptar las críticas o sugerencias de los compañeros y sobretodo algunas de las tuyas por, en esos momentos, parecerme desproporcionadas.
Sin embargo, pasado un tiempo comprendí que esa exigencia y esas indicaciones hicieron posible el aprendizaje.
Fueron unos meses de traer al presente historias casi olvidadas en la memoria y hacerlas vivas a través de la escritura.
Tengo la certeza absoluta de que si no hubiera asistido a tu taller de escritura creativa nunca hubiera sido posible recopilar de una forma ordenada esos retazos de mi vida y plasmarlos en un librito llamado Membrillos tempranos.
Y por último reseñar que el taller fue también un encuentro con personas que han enriquecido mi vida con su amistad.
Un fuerte abrazo y gracias por todo lo que me has enseñado.

Aterricé en el taller animado por un compañero; desde luego, fue una acertada decisión inscribirme en el curso de escritura creativa que imparte Eva Torres.
Además de adquirir los conocimientos teóricos precisos sobre cómo mejorar el ejercicio de redacción, Eva propone temas, enseña formas, encauza trabajos, pule defectos y te acompaña en un viaje alucinante, logrando que vueles por ti mismo, impagable labor. ¡Gracias Eva!

Si uno no va a los talleres de Eva Torres, se pierde la oportunidad de conocer gente que muestre pasión por la escritura. Que mi profesora me perdone, pero conocer gente que ama la escritura hace la vida más fácil (y la vida continúa siendo difícil) y el valor para mí de las amistades que he hecho gracias a los cursos es incalculable. Si uno no va a los talleres se pierde también un feedback extraño, que ella te dirá que es retroalimentación y quizás sea cierto, que son las devoluciones de los escritores-lectores. Tal vez la forma más eficaz de mejorar la escritura creativa. Analizar y ser analizado. Luego están sus lecciones, gracias a las cuales logras mejorar textos, acercarte a la idea y puedes explicar lo que es una anáfora y una catáfora a cualquier alma perdida. Ese aumento de conocimiento, de cercanía a la idea que quería transmitir, aumentó mi disfrute al escribir y le estaré eternamente —perdón por el adverbio— agradecido. Así que recomiendo siempre acudir al taller a cualquier amigo que escribe, pero siempre le aviso de que se adentra también en una oportunidad literaria de conocerse. Lo cual es un efecto secundario que uno no espera pero que golpea y te deja más cerca de ti mismo.

Hacía mucho tiempo que quería hacer algo que me ayudase y empujase en mis inquietudes escritoras. Me uní al taller de Escritura Creativa de Eva con el curso muy empezado y en muy poco tiempo ha superado más que de sobra mis expectativas. Me sigue sorprendiendo la profundidad en la mirada literaria de Eva, así como su capacidad para corregirte y animarte desde el respeto a tu creatividad.

Agradezco enormemente el haber participado del taller de escritura terapéutica con Eva. Siento que ha habido un antes y un después en mi vida con este taller. Me ha servido para profundizar en mí, para conocerme mejor, para poner por escrito lo que por miedo, por pereza etc, no me animaba a poner. Eva es una excelente profesional y, sobre todo, una guía maravillosa en el proceso de escribir como terapia. Cada clase fue única, potente, intensa, difícil y siempre, al final, emocionalmente restauradora.

Las clases de Eva zarandearon mi relación con la escritura y mi manera de escribir. Eva tiene todos los nutrientes que son necesarios para regar tu talento por muy reseco que esté: consejos cercanos, técnica tan exquisita como amena, constancia férrea, empatía incondicional, mirada inquisitiva y cálida, propuestas inspiradoras, recomendaciones necesarias, una inusitada humildad dentro de este ámbito y una contagiosa pasión por la literatura (y otras tantas disciplinas artísticas). No tengo ninguna duda de que, si las palabras de Eva y las mías no se hubiesen encontrado, mi camino literario estaría lleno de páginas en blanco y adjetivos desubicados. En sus clases de escritura creativa construí y afiné la mayoría de los relatos que forman parte del libro que tuve la suerte de publicar. Cuando me atreví a empezar una novela, sus tutorías fueron brújula cuando no sabía por dónde continuar y cincel para perfilar personajes verosímiles y llenos de recovecos. Eva no te regala los oídos, pero tampoco se ensaña con tu torpeza. Es una docente coherente, justa, perspicaz, culta y divertida. Si alguna vez me he sentido merecedora de llamarme escritora, ha sido gracias a lo trabajado todos estos años con ella. Con la intensidad y la grandilocuencia de este oficio me permito decirlo: las clases de Eva me zarandearon y cambiaron mi vida.

Para mí, Eva fue un descubrimiento. Hace diez años me apunté a un taller de microrrelatos sin saber lo que iba a encontrarme, y me encantó. Desde entonces, he participado en varios de sus cursos, que no son sólo de escritura: son lugares de encuentro, de conversación y de intercambio. Eva no es sólo una profesora, es una guía: ella te indica el camino, y te da las herramientas para que tú te atrevas a recorrerlo.

He visto a Eva Torres organizar un grupo de escritura creativa planeado para dos años consecutivos y no conseguir deshacerse ya de él. Muchos de nosotros vieron sus obras publicadas, otros nos convertimos en viajeros del mundo de Eva, siempre queriendo saber más.
Más tarde, he asistido a cursos de terapia a distintos niveles. Ha vuelto a ocurrir el proceso. De su mano se puede ir desde el atropello mental de quien tiene tanto que comunicar y no encuentra la línea de salida, hasta la realización. A poder crear.
Su visión, discretamente abarrotada de conocimientos, de miles de libros y perspectivas, siempre tiene un lugar para ti.
Se deja sorprender por las ideas, las palabras que inventamos los alumnos y las disfruta con orgullo casi materno.
Es específica y directa. Tenaz. Una gran profesora. Una enorme creadora.

He tenido la grata oportunidad de compartir durante este año [2024/25] el curso de escritura terapéutica bajo la coordinación de Eva Torres.
Para empezar, me ha supuesto un antes y un después en mi vida personal.
En el taller me he sentido muy cómoda gracias a la gran profesionalidad de Eva. Su trato afable, agradable, su gran poder de empatizar con los demás, su amabilidad, gratitud, su cercanía a cada uno de los participantes del taller nos ha hecho de sentirnos únicos y especiales sin perder la visión de grupo. Su forma de saludar dirigiéndose a cada uno por su nombre, su ¿qué tal la semana?, su ¿te apetece compartir? antes de iniciar la sesión eran únicos para relajarte y entrar en la dinámica del curso.
Reconozco que siento un profundo rechazo a las videoconferencias, a ese maldito zoom. Se podría decir que padezco una posible tecnofobia. Me siento ridícula hablando a la pantalla del ordenador. Este era un hándicap personal para realizar el curso. El rostro amable de Eva consiguió que relajara mi actitud ante esa pantalla y todo fluyera.
El curso de escritura terapéutico guiado por Eva me ha permitido aflorar al exterior mi necesidad de escribir. Era algo que estaba escondido y no lo sabía. Hoy estoy convencida de que me siento atrapada por el poder de la escritura. No seré una gran escritura ni lo pretendo, pero disfruto. Eso es lo más importante. Ya no puedo pedir más. Me ha hecho mucho bien y en este momento siento una necesidad imperiosa de expresar en mi día a día todas mis vivencias y emociones. Siento un poder liberador.
Los temas trabajados en cada sesión han sido programados con total acierto, a cada cual mejor: las emociones, los sueños, la feminidad, la relación con el propio cuerpo, la propia imagen, los valores importantes de cada uno, los vínculos con uno mismo y con el otro, pequeñas biografías son algunos de las sesiones monográficas que recuerdo.
El uso del cuaderno como espacio seguro e íntimo ha facilitado mi propio autoconocimiento y enfrentarme a mis propios miedos que tenía escondidos.
El acompañamiento y apoyo del grupo ha sido vital para nutrirme de experiencias compartidas y relativizar vivencias. Esas emociones encerradas, ese no permiso para perdonarme las he expresado al grupo, un grupo seguro que nos hemos acompañado mutuamente. Y sin darme cuenta he liberado esas vivencias con libertad y espontaneidad.
Este curso me ha dado la oportunidad de comprenderme a mí misma, tomar conciencia de mis propias necesidades, destapar patrones que me autosaboteaban, analizar cómo me hablo a mí misma, quitarme vendas de los ojos, fijar compromisos y metas (pequeñas pero asequibles…).
Mis inquietudes personales a partir de este curso han dado un giro importante. Por ejemplo:
- me cuido más
- soy más consciente de mis emociones
- me trato con más amabilidad (o al menos lo intento)
- me expreso con más espontaneidad y naturalidad
- me estoy enfrentando cara a cara con mi guerrera interior
- he cerrado puertas que ya no me hacían bien
- soy más consciente de cómo me hablo a mí misma.
Mi pequeño monstruito interior se ha dado cuenta de que no es tan horrible como él mismo creía. Está aprendiendo a enfrentarse a él mismo. Ha advertido que si juega con más monstruitos aprende a relajarse, a compartir, a comunicar, a permitirse a sí mismo el disfrute y el placer, a nombrar cada una de las cosas que siente…
Todo esto me lo ha aportado el curso. Mi trabajo interior se refleja fuera. Como muy bien se dice «la cara es el espejo del alma». Es mi entorno y mis relaciones familiares laborales y/o personales las que han notado mi trabajo personal.
Este curso ha sido uno de los mejores regalos que me he hecho a mí misma.
Eva, mi total admiración y reconocimiento.
Gracias por tu escucha atenta, tu involucración en las aportaciones de cada uno de los miembros del grupo, tu capacidad para comprender.
Y algo muy importante, no me he sentido juzgada.
Espero tener más oportunidades para compartir más vivencias contigo.

Cuando me apunté al taller de Eva estaba sedienta: de disciplina, de libertad, de expresarme, pero sobre todo de escribir.
A ella no la conocía. Vi que había publicado una obra colectiva y su cara me inspiró serenidad, así que empecé en sus clases.
Era un grupo ecléctico de personas, cada uno de su padre y de su madre. Así fue en los distintos grupos en los que luego seguí participando con ella como hilo conductor. Siempre lograba la cohesión entre nosotros, por dispares que fuéramos.
Lo que más valoré de Eva desde el principio, una vez comprobado que tenía muy buen criterio e intuición con el alumnado y sus textos, fue que nunca juzgaba ni a unos ni a otros. Te da sus «mehs» o «likes» con un comentario agudo bien fundado a la derecha del Drive. Se mete en tu historia y hasta en tu cabeza y por eso te ayuda a que no se estanque.
Entiende los tiempos de cada uno, pero no por ello nos deja remolonear. Si tiene que espolearte lo hace, pero de una forma que ni siquiera te das cuenta. No te abronca, te anima. No te corrige, te enfrenta a lo que dice tu texto frente a lo que en realidad querías decir. Y entonces llegas a casa, lo relees y ves la luz. O no al instante, pero entiendes que por ahí no es.
Eva detecta lo pretencioso, pero también lo hueco, lo sobrecargado, lo banal, porque antes te pone en contacto con las emociones. Literalmente. Te explica lo que es la envidia, la ira…, en lo que antes que tú otros dejaron por escrito.
Los conocimientos de Eva no se limitan a la filología, a su dominio de la gramática, de la lengua, la semántica, sino que demuestra psicología y empatía y eso es algo que no aporta cualquier tutor.
Con ella he aprendido a valorar mis escritos y las opiniones de cada persona del grupo que, por muy en las antípodas que estén de una, pueden abrirte una perspectiva que por ti misma no hubieras descubierto.
Eva no pecará de quedarse en la superficie. Al contrario, escarba en tu texto hasta que no se puede exprimir más, porque valora el trabajo de la persona que escribe y se implica en él.
Haberla conocido es para mí uno de los mayores hitos en mi vida. Sin ella, nunca hubiera parido mi novela élE y me habría perdido a personas muy bonitas en todos los talleres en que ella me guió. Así que solo le puedo estar para siempre agradecida.
Colaboraciones
Como docente de escritura, he podido colaborar con diferentes entidades: Universidad de Alicante, Ayuntamiento de Alicante, Centro 14 (Concejalía de Juventud), Escuela de Escritura Fuentetaja Literaria, Centro Lucentum, Master D, Lanzaderas de Empleo, Secretariado Gitano, ALASAC, Consejo Regulador DOP Alicante, Espacio Interior, o las recientemente extinguidas Libros de Ultramar y Pynchon&Co, librerías que han aportado tantísimo al acervo cultural de la ciudad.
Sin embargo, quiero mencionar en especial a dos colaboradores con los que he venido trabajando largo tiempo y en cuyos proyectos me siento identificada y comprometida como contribuidora en su mantenimiento y promoción cultural. Se trata de la tradicional Librería 80 Mundos, la más longeva de Alicante, así como el proyecto denominado Laboratorio ‘Cuerpo y Símbolo’ del Departamento de Teoría de Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Alicante, impulsado por Benito Elías García entre otros queridos colegas, donde se lleva a cabo un contacto con la literatura y otras artes desde una perspectiva corporal por encima de lo cognitivo, pues lo que conmueve y comunica en el arte se percibe a través de la carne.
Mi enhorabuena y agradecimiento a todos estos proyectos por existir y permitirme participar en ellos.















